16 y orientadas a la carrera. Los requisitos de los estudiantes en línea como un grupo demográfico distinto son otro factor a tener en cuenta a la hora de planificar y desarrollar un curso en línea. Además, desde la perspectiva del desarrollo del curso, cada vez se entiende mejor que el desarrollo de cursos en línea es más complejo que la mera traducción de materiales escritos a un formato en línea; requiere una planificación cuidadosa y la maximización de las tecnologías en línea disponibles para atender a una variedad de diferencias individuales, los horarios de los estudiantes y los compromisos externos, y los modos de evaluación (por ejemplo, Rovai, 2003; Grant y Thornton, 2007; Rovai y Downey, 2010). El aprendizaje en línea no sólo es diferente para los estudiantes, sino que también tiene implicaciones para los instructores. La enseñanza en línea plantea distintas exigencias en cuanto a los métodos de impartición y retroalimentación, y depende de conocimientos y habilidades del profesor diferentes a los de la enseñanza presencial (Álvarez et al., 2009). Es evidente que se justifica un enfoque sensible que tenga en cuenta tanto las similitudes como las diferencias de ambas modalidades de estudio. Teniendo en cuenta las diferencias mencionadas entre la educación en el campus y la educación en línea, los proveedores de educación en línea tienen el deber de seguir investigando y aplicando las mejores prácticas para las modalidades de estudio en línea. A medida que la oferta en línea sigue desarrollándose, las nuevas modalidades de enseñanza requieren un ajuste y una evaluación continuos para garantizar que los cursos satisfagan las necesidades de los estudiantes. Uno de estos desarrollos es el movimiento hacia los cursos de modalidad intensiva. Los cursos intensivos en línea son aquellos en los que los estudiantes completan una titulación totalmente en línea, en un plazo de tiempo acelerado en comparación con la experiencia típica de aprendizaje en el campus. Las unidades de estudio también se imparten en plazos más cortos que el tradicional (en el contexto australiano) semestre de 12 o 13 semanas, que a veces comprende 6 u 8 semanas de aprendizaje intensivo, donde se cubre una cantidad similar de material en comparación con una estructura semestral. Los estudiantes suelen cursar una unidad cada vez (frente a las cuatro unidades simultáneas de un semestre tradicional en el campus). Los programas intensivos de titulación en línea se han basado en el éxito de los MOOC para ayudar a mejorar las competencias y, en algunos casos, proporcionar un desarrollo profesional certificado, en un plazo más rápido que los típicos cursos universitarios en el campus (Laurillard, 2016). Aparte de los MOOC, la base bibliográfica sobre el aprendizaje intensivo en línea para programas de grado en particular sigue siendo limitada. Ante la posibilidad de que las instituciones terciarias se inclinen más por esta modalidad de oferta, que permite aumentar el número de estudiantes para satisfacer la demanda de crecimiento, es necesario evaluar de forma más exhaustiva los factores que contribuyen al éxito de los estudiantes y los instructores en un entorno de aprendizaje intensivo en línea. La presente revisión integradora pretende reunir las mejores prácticas reconocidas en la educación en línea, con el fin de considerar cómo pueden aplicarse en un entorno de educación intensiva en línea. En particular, se consideran los elementos que componen una experiencia en línea exitosa para instructores y estudiantes, y la provisión de servicios de apoyo y bienestar para los estudiantes.
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