18 cursos en línea, con una mayor dependencia de los métodos de comunicación asíncrona (Hung et al., 2010). Las aulas "virtuales" en vivo también pueden implicar métodos remotos pero instantáneos de retroalimentación entre el estudiante y el instructor, facilitados a través de chats en vivo, interacciones de video/webcam y "salas de descanso" de grupos pequeños. El desarrollo de la relación con los estudiantes también difiere en los contextos en línea, y la naturaleza de cómo se inicia y mantiene la relación en los entornos en línea no siempre es fácilmente comparable a la enseñanza presencial. Naturalmente, la evaluación y la retroalimentación también se realizan de forma diferente a través de métodos asíncronos cuando se enseña en línea. Se ha comprobado que las prácticas de evaluación claras, incluida la comunicación de los plazos y los requisitos de evaluación, influyen positivamente en el compromiso de los estudiantes y la finalización del curso (Thistoll y Yates, 2016). Los esfuerzos institucionales y basados en la investigación para caracterizar las competencias requeridas para una instrucción en línea eficaz (por ejemplo, Goodyear et al., 2001; Dennis et al., 2004; Darabi et al., 2006; International Board of Standards for Training, Performance and Instruction, http://ibstpi.org/, como se cita en Beaudoin, 2015) sugieren un grado de superposición en la conceptualización de las competencias docentes básicas requeridas para una instrucción en línea eficaz. Algunas de las competencias docentes en línea más importantes extraídas de los estudios mencionados incluyen: - habilidades de comunicación; - competencia tecnológica; - suministro de información de retorno; - habilidades administrativas; - capacidad de respuesta; - seguimiento del aprendizaje; - proporcionar apoyo a los estudiantes. Si no cuentan con las habilidades tecnológicas adecuadas, los instructores corren el riesgo de no poder resolver los problemas relacionados con la tecnología durante la clase en vivo, lo que puede afectar al acceso de los estudiantes a los materiales de aprendizaje. Las habilidades de comunicación también son primordiales (Easton, 2003). La comunicación eficaz entre el instructor y el estudiante en los entornos de aprendizaje en línea se basa en interacciones oportunas y claras a través de una variedad de formatos (Easton, 2003), incluyendo el correo electrónico, el chat, las preguntas de la clase en vivo, y la evaluación y la provisión de retroalimentación. En ausencia de métodos de retroalimentación más inmediatos disponibles para los instructores en el campus (por ejemplo, la consulta cara a cara), la evaluación y la retroalimentación proporcionada en los entornos de aprendizaje en línea debe ser tan clara y valiosa como sea posible para promover la comprensión del estudiante (Darabi et al., 2006). El apoyo del profesor en línea implica un seguimiento eficaz del progreso de los alumnos, la anticipación y resolución de las principales dudas de aprendizaje, y el establecimiento y mantenimiento de la relación. En conjunto, este tipo de competencias conforman la eficacia de los profesores en línea y, a su vez, la experiencia de los estudiantes. Si bien estos elementos están bien establecidos como práctica eficaz en la enseñanza en línea, existe una presión significativamente mayor sobre estos factores cuando la entrega de contenidos, la evaluación, la retroalimentación y la comunicación se producen en un marco de tiempo condensado de 6 a 8 semanas.
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